‘En un país donde más de 300.000 personas viven en pobreza extrema, la falta de acceso seguro a la alimentación alcanza a miles de familias, la desnutrición infantil afecta hasta al 30% de niños indígenas y la corrupción erosiona la confianza ciudadana en las instituciones’’, afirmó el cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción, quien lanzó un llamado urgente a la conciencia social y eclesial.
Lo hizo el viernes en el cierre de la XLIV Semana Teológica 2025, realizada bajo el lema “Peregrinos de Esperanza: Desafíos de la Iglesia ante el Jubileo y en el Pontificado del Papa León XIV”.
Macroeconomía Vs. soguetismo
Los indicadores macroeconómicos señalan crecimiento, “la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades y hasta el hambre golpean en gran parte de la población”. Alertó que “más del 12% de niños de 0 a 5 años no reciben los nutrientes necesarios”, cifra que en comunidades indígenas “alcanza el 22% al 30%”.
Hay hambre
Afirmó que muchos “hermanos y hermanas pasan hambre” y señaló que en varios distritos del país la pobreza “supera al 50% de la población”.
Martínez sostuvo que esta pobreza surge también “la pérdida de confianza en las instituciones, la corrupción estructural, la impunidad, la fragmentación política y la falta de un proyecto nacional que priorice el bien común”, a lo que se suma “todo lo que es el crimen organizado y que no tiene fronteras”. Habló del aumento del consumo de drogas. Relató que una madre le pidió oraciones por su hijo atrapado por las adicciones, “con lágrimas en los ojos”.