Doña Pabla Castillo abrió la canilla y sus rostro brilló de felicidad. Una sonrisa que de inmediato se pintó en su rostro demostró la inmensa felicidad de poder cargar agua de su propia canilla. "¿Cuánto te debo!”, le dijo a los funcionarios de la Empresa de Servicios Sanitarios SA (ESSAP) y la muchachada le respondió que rece por ellos.
La abuelita de 97 años tocó el corazón de medio Paraguay tras ser viral en las redes sociales. Su historia se conoció a través de Belén Duarte, una vecina que según ella misma, la adoptó como abuela. Hoy, también su historia caló hondo en los corazones de los funcionarios que llegaron hasta su casa del barrio Roberto L. Pettit de Asunción.
Pabla les recibió con los brazos abiertos y muy emocionada. Sus vecinos habían denunciado que no tenía luz ni agua y que vivía en condiciones pésimas pese a su avanzada edad. Se abastecía del vital líquido a través de un pozo y el agua le llegaba sucia y no apta para el consumo.
Los funcionarios llegaron hasta su casa y verificaron las tuberías. Así pillaron que ni siquiera estaban conectadas a las redes de la Essap. Entonces, procedieron a colocarle una nueva conexión de agua potable a través de una tarifa social que los vecinos se comprometieron a pagar mensualmente.