El audio que llegó por WhatsApp a Karen Ruiz Díaz le dejó en las nubes, pues su hermana, la escribana Carmen Beatriz Ruiz Díaz (34), le pidió que se haga cargo de todo, enviándole la ubicación del puente del Río Monday (CDE), donde se encontró ayer la camioneta BMW, con las puertas llaveadas y el motor en marcha.
“Cuando escuché el audio yo salí corriendo, porque en una ocasión ella me había dicho que se tiraría de ahí con sus hijos si le sacaban la custodia de sus niños”, contó Karen, al mencionar que su hermana estaba pasando por una situación conflictiva con su suegra.
Según la versión, la suegra, de nombre Noemí, quería quitarle la casa que ella construyó con su pareja, en el terreno que su suegra le había vendido.
Búsqueda
“Desde hace tres años mi hermana aguanta los maltratos, porque desde que se murió mi cuñado, esta señora y sus demás hijos quieren quedarse con todo, ni un día de su entierro y ya querían repartirse todo. Su hermano pidió el arma de mi cuñado, luego la señora le decía que ella había prestado un dinero a su hijo y que mi hermana debía de devolverle”, relató.
Carmen debía asistir ayer a un juicio, por la casa, pero se cree que ya no quería más problemas, por lo que decidió tirarse del puente con sus hijos. La búsqueda siguió ayer, pero no encontraron aún los cuerpos hasta el cierre de esta edición.
“Un señor nos dijo que le vio solo a ella y no a los niños, pero no sabemos nada de mis sobrinos. Creemos que se tiró y, si es así, la culpable es esa señora, que por tres años, junto con sus otros hijos, le hostigaban a ella”, dijo.
La suegra habló
Por su parte, Noemí Álvarez, la suegra, habló en conferencia de prensa, diciendo que Carmen se encerraba en la casa con sus hijos y no compartía con ellos. La misma asegura que la casa es de ella y que en un momento dado su nieto de 5 años le dijo que quería ir a vivir con ella, por eso Carmen no dejaba que tenga contacto con su nieto.
“Ella no quería más compartir con mi familia desde que tuvo nueva pareja, pero aclaro que no es como dicen que yo le quiero quitar la casa o que le hice una exclusión de hogar”, dijo la señora.
Mencionó que ella presiente que no están muertos. “En el santísimo yo sentí que ella está con mis nietos, que se fueron a otro país, no creo que estén muertos”, declaró.
Carmen dejó una carta donde describió todo el calvario que le tocó vivir y publicó en sus redes.
“Mis hijos no tienen la culpa, pero tampoco voy a permitir que esta familia los utilice con fines económicos, trabajen si quieren tener sus cosas y estudien. Destruyeron a mi familia, espero que a partir de ahora sean muy felices”, publicó ayer antes de desaparecer.
También pidió a sus padres que no estén tristes, que ella ya no era feliz con tanta maldad.