En los grupos del barrio y de la iglesia, Viko Segovia amenazó con escrachar sin pelos en la lengua a cuatro de sus vecinos quienes le pidieron fiado y, además de no pagarles, oñemo lente hû o se hicieron de los ofendidos, según contó.
La doña publicó las fotos y capturas de pantalla de la conversación que mantuvieron con la intención de que sientan por lo menos vergüenza.
“Tengo mi despensa en el Barrio San Francisco (el barrio nuevo) de Zeballos Cue y estas personas empezaron a ser clientes, después de un tiempo ya me pidieron abrir una pequeña libreta y a dos meses de cargar su libreta ni se acercaron a darme alguna explicación. Les solía encontrar por la calle y ellos eran los más ofendidos”, contó Viko en Hendyla San Francisco Zeballos Cué y Clasiescrache.
Madre e hija
Además de exponer sus rostros, la doña también publicó sus nombres y mencionó la dirección en la cual viven y trabajan.
Lo más increíble de la historia es que dos de las morosas son madre e hija. Viko no tuvo de otra que etiquetar en su publicación el lugar en el cual trabaja la mamá.
“La otra es su hija T. que vive a metros de mi despensa y tiene que cruzar la calle para no pasar frente de casa”, le bajó con todo
Larga lista hû
“Tengo más clientes morosos a los cuales voy a escrachar también, pero éstas cuatro personas me tienen cansada. Si le conocen les pueden hacer llegar mi mensaje que igual pueden pasar a pagar”, tiroteó la doña.
El mensaje fue claro y conciso, muchos le reclamaron a la despensera por dar fiado y otros le dijeron que esta situación le sirva como lección de vida.
Luego del plagueo, Viko reveló que una de las doñas de puso al día.
“Gracias a esto, la señora M.L. tuvo creo que vergüenza y ya mandó pagar su cuenta después de tanto tiempo. Si sabía le escrachaba antes”, concluyó.
Cobró G. 15 millones luego de meses
Gloria Vera, propietaria de una despensa de Ypané, también escrachó a 10 de sus clientes morosos. La libreta “engordó” y los avivados le debieron por valor de G. 800.000, G. 1.200.000 y G. 1.500.000. Vera les intimó a través de su estado de WhatsApp.
Luego de tres meses, 9 de los 10 se pusieron al día y saldaron la deuda.
Vera recuperó G. 15.000.000, dinero que le sirvió para surtir su despensa.
Las excusas más comunes de los clientes para no pagar:
- “Me enfermé, se enfermó mi mamá, mi papá, mi perro, mi gato”
- “No cobré todavía, aguantámena unos días más”
- “Me asaltaron y me quedé pelado”
- “Pagué otra cuenta porque vos no me vas a meter a Informconf”
- “Tengo prioridades”
- “No tengo”
- “Ahata aju” (desaparece)