La fiscal Susan Vega, de la Unidad Especializada en la Lucha contra la Violencia Familiar, de Ciudad del Este, en el Alto Paraná, rompió un récord en recibir denuncias de hombres que fueron zarandeados por sus mujeres.
Dijo a EXTRA que en su turno del 15 al 22 de este mes entraron unas 50 denuncias por violencia familiar. Sostuvo que 11 fueron de hombres que contaron cómo fueron arañados, mordidos, insultados, amenazados y golpeados por las señoras.
El caso más dramático de los 11 llegados fue el denunciado por el cubano R. E. C. (48), quien llorando de la impotencia declaró y denunció a su mujer Evelin C. (45), con quien convive hace 12 años y con quien tiene dos hijos menores, según la agente.
El hombre dijo que en la noche del 15 pasado su señora estaba tomando vino y como en otras ocasiones comenzó a decirle que lo odia, que “todos los hombres son iguales, que no sirven para nada”.
Después ella le encajó unos sopapos e intentó golpearlo con un mazo de hierro, según la denuncia, pero no pudo y entonces lo golpeó con un palo de escoba, dice.
VARIAS VECES
Siempre según la versión del denunciante, la doña se fue después a la cocina, trajo un cuchillo y lo hirió con pequeños punciones en el cuello.
El señor dijo que atajó los brazos de su mujer y ella lo mordió dejando heridas visibles de sus dientes en su cuerpo.
Además, indicó que el desastre fue escuchado por sus hijos. El hombre sostuvo que muchas veces su mujer ya lo atacó a golpes y después se golpeó contra la pared supuestamente.
Después lo amenazó con denunciarlo por violencia, dice.
La mujer tiene orden de captura, fue declarada en rebeldía y será imputada por violencia doméstica al ser apresada, dijo la fiscal.
PILLÓ INFIDELIDAD EN SU CASA
El señor dijo a la fiscal Vega que desde hace unos 4 años comenzó su calvario con su mujer pero le aseguró que él no reaccionó nunca contra ella. Dijo en su declaración que una vez vino de su trabajo y la pilló cometiendo una supuesta infidelidad con un tipo en su propia casa y no reaccionó.
Además, indicó que piensa que ella estuvo metida en una especie de rito o secta, ya que muchas veces le dice que no hable fuerte porque lo va a escuchar el espíritu.