Gabriela Egusquiza (23) no podía creer al ver que por este mes se le acreditó G. 2mil’i. Cuando fue a reclamarles, la “invitaron” a renunciar si no le gustaba. La joven fue a asesorarse para hacer su denuncia laboral, ya que está embarazada de seis meses.
La trabajadora trabajaba en televentas, de una conocida casa de electrodomésticos, en Ñemby, pero cuando se enteraron de su estado de gravidez, comenzaron a cambiar con ella. “Mi jefa me trataba muy mal y yo me quejaba, pero nunca me hicieron caso. Prefirieron mandarme a la calle para que venda por ahí", lamentó a EXTRA.
Según la denuncia, Gabriela fue designada a ventas externas, lo que quiere decir, que debe caminar horas y horas para lograr alguna que otra venta y con la panza que cada vez se hace más grande, pero por necesidad ella aceptó.
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La jovencita indicó que su salario es por comisiones, pero cuenta con IPS. “Realmente pocas veces me pagaron el monto de sueldo mínimo. El mes pasado cobré G. 1.500.000 por G. 30.000.000 de artículos vendidos. Ahora hice G. 6.000.000 y me pagaron G. 2mil. Es una burla. Si bien no me echaron, me dijeron: Si no te gusta, te vas”, indicó.
Esta mañana, Egusquiza fue hasta el Ministerio de Trabajo para intentar asesorarse, pero solo recibió recomendaciones a medias.
“Estuve dos horas ahí y gracias a un guardia nomás alguien me habló por teléfono ahí en la oficina. Me dijo que llene un formulario y mande por correo. Pero no sé qué hacer, si me sigo yendo o no”, indicó.
Según la ley, una mujer embarazada debe estar en un ambiente tranquilo y tiene inmunidad para ser echada de su puesto hasta que su bebé cumpla un año.