Víctor Daniel Paiva estuvo recluido en Tacumbú durante ocho años y medio, tras ser hallado culpable de homicidio doloso por la muerte de 400 personas en el incendio del Ycuá Bolaños, en el 2004. A tres años de recuperar su libertad, aseguró sentirse bien por tener la oportunidad de ayudar a las personas que continúan presas, a través de la fundación “Vuelve a Soñar”. Indicó que desde su apertura hacia Dios fue buscando el perdón de las víctimas del Ycuá. “Traté con exvioladores, secuestradores, gente que tuvo un tropiezo o una mala decisión en sus vidas y los pude comprender”, expresó.
Paiva relató un hecho que le sorprendió cuando participó de un festival en Misiones, el año pasado. Un hombre le dijo: “Mi mamá murió en el Ycuá Bolaños. Siempre soñé con matarte, pero ahora no sé qué me pasa”, según contó Paiva. “Yo vi la desesperación en los ojos de esa persona, me acerqué, le pedí un abrazo y le dije, ‘te pido que me perdones’”, añadió.
Paiva aprovechó las fiestas de fin de año para dirigirse a las víctimas. “Quiero expresar a cada una de las familias dolidas por el suceso del 1 de agosto del 2004, sinceramente y de corazón, perdón”, finalizó.
Están libres
Víctor Daniel Paiva está libre pero con medidas de restricción. Este año cumple su condena. Juan Pío Paiva, su padre, quedó en libertad el año pasado, luego de 8 años y 4 meses en la cárcel de Tacumbú. Mientras que al tercer imputado por el incendio, el guardia Daniel Areco, se le otorgó su libertad el 17 de septiembre de 2007.