José Jiménez, el policía conocido por grabar los procedimientos y subir sus videos a YouTube, contó en sus redes el desinterés de las autoridades que tienen que “velar” por el bienestar de los niños, alegando “el interés superior del niño es al que menos interés se le presta”.
Explicó que una de sus hermanas tiene cuatro hijos de tres “badulaques” diferentes, pero el papá de dos se enojó y les echó de la casa.
“Mi hermana vino a la casa de mamá, quien la recibió, pero con la condición que el badulaque se haga responsable de sus hijos, pero este ni les reconoció. Entonces hicimos una demanda de filiación, porque se hizo del boludo y negó que eran sus hijos”, relató.
Se hizo la prueba de ADN y salió positivo, por lo que nuevamente presentaron otra demanda, pero ahora para la prestación alimentaria. “Mientras eso las criaturas viven de fotosíntesis, porque eso parece que piensan los jueces”, ironizó.
Luego se hizo la mediación, donde él le recomendó a su hermana que pida un millón de guaraníes, o sea G. 500 mil para cada criatura y ella como mamá ponga los otros G. 1 millón.
Jiménez entró como abogado con su hermana junto a la mediadora, donde le pregunta al tipo cuando tiene para dar y este le dice que G. 400 mil para las dos criaturas ya.
“Yo me quedé con la boca abierta, mi hermana medio avergonzada le dijo que ella iba a pedir como mínimo G. 1 millón y la mediadora se sorprende y dice ¿como si él tiene solo G. 400 mil para dar? Yo me entremetí ahí y le dije ‘doctora usted parece más bien la abogada defensor del muchacho’ y me responde ‘hay que tener en cuenta de que el muchacho no trabaja, no tiene un salario fijo’”, manifestó.
En eso, el uniformado le indicó a la mediadora que se tiene que regir al bien común del niño, ‘no al padre badulaque’. “Los hijos son prioridad según la normativa paraguaya, pero eso del interés superior del niño es al que menos interés se le presta”, alegó.
Según relató, salieron de la mediación sin llegar a un acuerdo y para más, la mediadora se enojó con Jiménez y en vez de dejar a G. 400 mil que propuso el papá, como debe ser cuando no hay acuerdo, bajó a G. 350 mil para las dos criaturas.
“Al final por mi culpa se bajó más, porque fui pesado. Pero al final se quedó en eso 400 mil”, dijo el uniformado, quien cuestionó a las autoridades que no se apuran por las criaturas, indicando que hay muchísimos casos de demandas mientras que las criaturas deben vivir del aire.