Con carteles, aplausos y gritos de apoyo, fue recibido esta madrugada en el aeropuerto Silvio Petirossi el exdirector de Migraciones, Julián Vega, tras haber sido denunciado por acoso sexual en China-Taiwán, por parte de su traductora, a quien tocó el muslo.
A su llegada, Vega fue custodiado por guardias privados para evitar a la prensa. Los presentes, la mayoría de Mariano Roque Alonso, le mostraron su apoyo y trataban de justificar su actuar, alegando que todo fue una mala interpretación de la mujer que lo denunció y de los medios de comunicación.
Dijeron que el contacto físico es una costumbre paraguaya y que Julián solo tocó a la traductora para indicarle algo.
“Ikuarto de oro mba’epiko, itatu de oro mba’epiko para que se generé tanto problema. (Tiene cuarto de oro o qué (la mujer) para crear tanto problema”, alegó una de las seguidoras de Vega a Telefuturo. Mientras que otra señora dijo que no es acoso, ya que el paraguayo tiene la costumbre de tocar a la persona. “¿Acaso si yo le toco a una persona o le saludo con beso ya es acoso?, es una costumbre”, reiteró la doña.
Vega estuvo en el ojo de la tormenta mientras participaba de un curso de capacitación en el país asiático. Su caso acaparó los medios de comunicación internacionales y fue repudiado desde el propio Gobierno. El mismo tuvo que renunciar ante la polémica generada.
El hecho generó mucha indignación en las redes sociales. Una de las personas que cuestionó que lo hayan recibido como un héroe fue la periodista Menchi Barriocanal.