Cristian Colmán (31), un chipero de Caacupé, madrugó, como de costumbre, hoy, e ir directo al vacunatorio de la municipalidad de la ciudad. Estaba motivado por dos razones: vender sus chipas a las personas que aguardaban su turno para recibir la vacuna y recibir su primera dosis, ya que llegó el ansiado día que esperaba.
Sin dudar, el chipero formó la fila en el lugar, aprovechando entre venta y venta, llegó su turno y se vacunó con el canasto sobre la cabeza. Colmán contó a EXTRA que se siente muy esperanzado por su inmunización y que confía en la vacuna, ya que cree que es la única forma de superar la pandemia y la crisis económica que le tocó muy de cerca en su humilde trabajo durante todos los meses de encierro.
“Normalmente esa mi zona, voy casi todos los días por el lugar a vender chipa a los que esperan fila para vacunarse, hoy por fin me tocó a mí y lo hice en medio de mi trabajo, por eso fui con el canasto”, relató el señor.
Mencionó que la atención fue muy rápida y que con la vacuna siente que su sueño de que vuelvan a reabrir las canchas va a ser realidad. Afirma que es el único lugar donde más vendía.