El caso del joven brasileño Felipe Benevides,quien desapareció en Ciudad del Este y reapareció casi 48 horas después, con el pecho rasurado y restos de yodo, como si hubiera sido preparado para una cirugía, generó sospecha de un posible intento de tráfico de órganos.
El diputado Derlis Rodríguez fue uno de los primeros en reaccionar y dijo que es lo último que nos faltaba, con respecto a cómo apareció el joven. “Esto no puede ser accidental. Esto suena a tráfico de órganos o algo aún peor. Exijo a la Fiscalía que investigue de inmediato. La ciudadanía no puede seguir viviendo con miedo. ¡Nuestra vida y derechos no son un juego!”, escribió el legislador.
Por otra parte, Jaqueline Benevides, hermana del joven publicó una foto con él y señaló:
“Todo bien por aquí gracias a Dios. Fue un gran susto, y por la gloria del Señor todo bien. Agradecemos a todos los que nos enviaron mensajes”.
También agregó que están pasando un momento delicado, pero negó rotundamente que hayan querido aprovecharse del caso:
“Nunca haríamos nada para ganar a los medios a través de algo tan delicado”, afirmó.
Para aclarar las dudas que surgieron en torno a un supuesto tráfico de órganos, contactamos con el doctor Hugo Espínola, del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), quien prefirió no hablar del tema.
“No quiero opinar mucho porque no conozco los detalles del caso, pero los órganos no se donan así. No venís con un corazón, un riñón o pulmón en la mano y decís: ‘ya tengo el órgano, quiero el trasplante’. No funciona así”, explicó, agregando que hay protocolos que se deben seguir.