El amor de don Ramón Pereira y Nelly Morán, no fue pasajero, a pesar que se conocieron en el colectivo.
“Empezaron a conversar en el micro y desde ese momento nunca más nos separamos”, dijo Nelly al corresponsal René González.
Luego de más de 30 años amándose, ayer dieron el “Sí, quiero”, en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, de Itacurubí de la Cordillera.
La Fundación Santa Librada hizo posible una boda comunitaria de ensueño para 43 parejas de escasos recursos.
Sandra Evangelista Giménez (31) e Iván Cañete (35), llevaban juntos 12 años y tienen dos hijas, de 9 y 6 años de edad.
La señora soñaba con caminar al altar con el amor de su vida y las niñas con ver a su mamá vestida de blanco. “Ellas influyeron mucho porque siempre preguntaban: ¿por qué no se casaron?”, dijo Sandra.
Con mucha ilusión se anotaron cuando supieron que habría una boda comunitaria, pero casi desistieron porque Iván, quien es albañil, empezó a tener problemas en el trabajo. “Teníamos que ir a charlas, preparativos, firmar papeles, su jefe ya no quería darle permiso”, expresó la señora.
Pero cuando Iván le explicó que participarían de una boda comunitaria organizada por la Fundación Santa Librada se puso contento y le dijo: “Por ahí hubieras empezado”.
Las vestimentas, anillos, ramos, peluquería, todo fue obsequiado a las parejas. “No tenía idea de que iba a tener un vestido tan hermoso. No podía creer cuando me probé”, expresó Sandra.
Víctor Centurión, de la Fundación Santa Librada, dijo que esta fue la boda número 50 del año, pero ya hicieron posible 3.077 matrimonios. Para el 2025 tienen todo el año cubierto, 1.200 parejas ya se están preparando.