“¿Dónde está Barlo?”, se oyó a más de un niño consultar al subir al cañonero Paraguay en Sajonia. El barco de guerra que hoy día se usa para entrenamiento, recibió a miles de personas el fin de semana. Pero la magnífica estructura ideada por el póstumo Contralmirante José Alfredo Bozzano, no fue su única atracción.
“Si bien nuestro cañonero fue la estrella, Barlo tuvo muchísimo protagonismo”, dijo a EXTRA la oficial Luz Recalde.
“¡Él es nuestro tripulante estrella!”, exclamó con orgullo. El navío se volvió petfriendly (amigable con las mascotas) con Barlo hace dos años. “Un día una Teniente le rescató”, recordó Luz.
Paola Cañiza lo encontró en la calle y le llevó a la Unidad. El felino era hijo de un gato del barrio vecino, llamado Batman. Su nombre proviene del término Barlovento, que significa “viento a favor” en lenguaje marino.
Barlo marcó su patita en la historia al cruzar, con sus compañeros marinos, el río Paraguay hasta Villa del Rosario la semana pasada, siendo así el primer animal en hacer esta travesía. Navegó y tuvo su primera experiencia de larga distancia. “El cañonero tenía que ir con toda su tripulación y Barlo no fue la excepción”, expresó Luz. Barlo es alimentado y mimado por los oficiales, hasta duerme en los camarotes.
Aunque de mañana sale a tierra para sus actividades gatunas, por la tarde regresa al barco. “Pasa por la guardia y se agenda ahí, “ya volvió Barlo”. Sí o sí vuelve”, refirió la marina.
Visitantes llenaron de nostalgia a los marinos
“El país acompañó nuestra navegación y voltea hoy sus ojos hacia la historia. Para nosotros es demasiado satisfactorio escuchar a jóvenes haciendo preguntas, eso es lo que queremos conseguir y se está logrando”, dijo llena de emoción Luz. Mencionó que les visitaron desde viudas de exmarinos con sus hijos y nietos, hasta abuelitos que hicieron su servicio militar hace añares en el cañonero. “Nos decían llorando que no esperaban volver a subir”, refirió.