29 abr. 2024

Atleta fallecida era campeona y “una batalladora”

Fue también abogada, la despidieron ayer en su valle. Cuidaba a su hermana enferma y planeaba volver a correr.

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Edith fue acompañada por cientos de personas hasta su última morada ayer a las 14:00 en Oviedo.

“¡Llegó a estar entre las mejores atletas de Paraguay en su momento!”, expresó con entusiasmo su colega abogado Omar Ortiz. Cuando se enteró de que Edith Raquel Benítez Aranda era la persona que quedó atrapada entre los hierros de un colectivo en Caaguazú, quedó especialmente consternado.

La imagen del horror no salía de su cabeza y recordó que la mañana del sábado, a eso de las 6:51, vio su estado. Publicó una foto de su mañanero mate en el frente mismo del colectivo y en la ventana se podía observar la densa neblina que cubría el ambiente afuera.

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El último estado que publicó Edith antes del accidente.

La misma que tuvo un papel fundamental en la tragedia que se cobró su vida, la de don Andrés Patiño y dejó a una mujer en delicado estado.

Para sus amigos y colegas, tanto abogados como corredores, Edith fue muy especial. “Era muy amable, jovial, querida por los colegas. Vivía en el kilómetro 8,5 (Ciudad del Este) alejada de la parte urbana. Criaba gallinas e invitaba a los colegas para comer gallina casera”, relató Omar.

Pérdida que le marcó

En los últimos tiempos ocupó la mayor parte de su vida en cuidar a su padre, que falleció semanas atrás, y dejó de lado las maratones. Aunque andaba un poco bajoneada todavía, planeaba regresar pronto a las pistas de carrera y calles.

“Llevaba en la sangre el deporte. Me dijo que quería retomar la corrida y le dije que le iba a ayudar sin problemas”, dijo Ramón López, otra icónica figura de la corrida esteña.

De momento viajaba mucho cada finde a su natal Coronel Oviedo para refugiarse en el seno familiar. En una de esas ocurrió el accidente. Ayer, una caravana la acompañó a su morada final.

“Su voluntad: descansar donde nació, donde se crió, porque somos gente humilde pero de corazón grande”, contó Zully Benítez, su hermana.

Edith comenzó a correr a los 17 años y su mejor momento fue entre 1990 y los 2000. Su especialidad era subir al podio en los 10.000 metros, pero fue abandonando la competencia profesional para convertirse en abogada.

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El accidente ocurrió en J. Eulogio Estigarribia, el sábado, a eso de las 8:00 de la mañana.

“Era una mujer muy batalladora. En la profesión, a no ser que estés en los círculos grandes de poder, tenés que sobrevivir. A ella se le admiraba mucho su jovialidad y manera de enfrentar la vida”, dijo Omar.

Tenía un alma caritativa

Zully, su hermana, contó que Edith, además de cuidar a su padre hasta su última instancia, también se encargaba desde hace años de una de sus hermanas que está enferma. “Era como su mamá para ella”, dijo.

En 2020 ganó por última vez

En enero del año de la pandemia, Edith conquistó el premio de los “Reyes” en Ciudad del Este, donde se alzó con el primer puesto. También participó en la corrida por San Blas, santo patrono, y quedó en el puesto 15.

Isidro Medina, chofer del camión, y Rubén Álvarez, conductor del micro en el que viajaban las 23 personas heridas (5 de ellas niños), fueron imputados por homicidio culposo por la fiscal Sonia Estigarribia.