La tarde de este martes 13 quedó marcada por el horror cuando las autoridades encontraron los cuerpos sin vida de Manuel Galeano Martínez (43), y su hija Juliana Luján Galeano Sánchez, de 12 años.
Los cadáveres estaban en una vivienda en el asentamiento Belén, ubicado en el distrito de Tacuaras (Ñeembucú).
En el interior de la casa fueron encontrados objetos relacionados a ritos y creencias religiosas.
Juliana había sido llevada a escondidas por su papá, el pasado domingo, de su hogar, ubicado en el barrio Costa Alegre de Ypané (Central).
La niña se había mudado allí, con sus dos hermanos y su madre, en febrero pasado.
Los cuerpos estaban en una pequeña cama y todo apunta a que el señor asesinó a su hija y luego se quitó la vida.
“No hay señales de lucha tanto en la niña como en el padre, es como que la niña dormía cuando ocurrió todo”, dijo a EXTRA el fiscal adjunto del caso Federico Solano López. La autopsia, realizada ayer en la morgue de Asunción, determinó que padre e hija fallecieron por un traumatismo de cráneo, ocasionado por las balas.
RAROS DIBUJOS
El fiscal Solano López, indicó que en el piso de la casa estaba tirado una imagen de San la Muerte.
Añadió que extrañamente del techo colgaba una hoja de cuaderno justo encima de la cama donde yacían los cuerpos.
La hoja tenía un dibujo de un cuchillo y el hilo que la sostenía era de color naranja, comentó. También estaba cerca de la cama una taza donde estaba escrito el nombre de la madre de la niña, añadió López.
Sostuvo que las sorpresas no acabaron porque don Manuel tenía dentro de su billetera, dinero y un amuleto que era un mechón de cabello, atado con un hilo de color rojo, acotó. También había dos armas de fuego.
DESPECHO Y CREENCIA
El fiscal presume que el hombre, llevado por el despecho que sentía por el abandono de su mujer y sus creencias que tenía, pudo haber cometido el terrorífico suceso. “No podemos saber si el señor hizo un rito o no”, admitió. López refirió que la señora de don Manuel dijo que solían tener problemas, ya que a ella no le gustaba el apego a San la Muerte de su pareja.
NO ACEPTABA
Luz Villordo, cuñada de la mamá de la niña hoy fallecida, dijo a EXTRA, que don Manuel no aceptaba la separación. Dijo que su cuñada le contó que en los últimos tiempos Manuel tomaba mucha bebida y era violento.
Cuando la mujer le dejó él la amenazo y dijo que si ella no era para él, no sería para nadie, sostuvo la mujer.