Adolfo Mendoza, de 45 años, relató a radio Monumental 1080 AM que su vida se convirtió en un infierno desde que se enteró que sobre él pesa una orden de captura por lesión de confianza, rebeldía y documento no autenticado.
Contó que se enteró de todo lo que estaba pasando luego de pedir a un policía ayuda para la renovación de su cédula de identidad.
“Mi idea era presentar mi documento para viajar. Mi cédula estaba algo rota. Le pregunté a un amigo que es policía en la Comisaría 3ª de Luque, a quien le hacía un trabajo de albañil, sobre cómo puedo renovar. Él se ofreció a tramitar”, detalló.
Cuando el uniformado ingresó sus datos le saltó lo de la orden. Había sido Mendoza figura como propietario de una empresa de construcción que estuvo a cargo de una obra de G. 120 millones en la municipalidad de Valenzuela. Dicha obra nunca se ejecutó.
“Me atribuyen a mí como un prestador de servicio y nunca hice un trabajo para ese municipio”, aseguró. El hombre solo espera que todo el caso se esclarezca, ya que mantiene a toda su familia y ahora está sin poder trabajar.