Gregoria Ruiz de Calonga, cumplió ayer 106 años. Nació en el año 1918, año que entró la gripe Española en el país y vivió también la etapa del Covid. Tiene un ADN de acero. La abue vive en el km 18 de Belén, Concepción.
Lucía Calonga, nieta de la cumpleañera, contó a EXTRA que están felices de tener aún con vida a su abuela, que está muy lúcida. Tenían pensado “tirar la casa por la ventana”, pero desde hace dos días la abue tiene tos.
De igual manera, para que no pase de balde, le prepararon chocolatada y torta, que es lo que le encanta a ña Lola, como es conocida en su valle.
“Ella caminaba bien todavía hasta noviembre del año pasado, pero en ese mes se cayó y golpeó su rodilla, desde entonces se maneja en silla de ruedas, pero dentro de todo está muy bien y en lucidez, nadie le gana”, contó la nieta.
La doña tuvo 18 hijos, pero el menor de todos nació muerto, por lo que crió a 17 y todos aún están con vida. El mayor tiene 91 años y el pahague 61. Actualmente tiene 112 nietos, 183 bisnietos y 82 tataranietos. Sus descendientes totalizan: 394
“Todos sus hijos viven por el campo, dos están en el Chaco y hace 15 días vinieron a visitarle con toda su familia y ella se alegró mucho, da gusto hablar con ella”, manifestó.
A ña Lola le queda solo una hermana con vida, que tiene 100 años, la misma vive en Horqueta y se suelen visitar a menudo, donde hablan y recuerdan por todo lo que pasaron.
La cumpleañera no es delicada en la comida, come de todo, pero come más caldo. “De lunes a sábado come caldo sí o sí, como vorí vorí, poroto, locro, caldo ava, ipokue y la gallina casera le encanta, solo los domingos es que come algo seco”, contó.
Le gusta la ceecita
La abuela también suele tomar de vez en cuando algo de alcohol, entre sus preferidos está la cerveza, que en ocasiones especiales sí o sí deben de comprarle. “Otra cosa que le gusta mucho a ella es ver a la gente comer, mientras no se sientan todos a la mesa, ella no está tranquila”, reveló la nieta.