Las explosiones llamaron la atención de las profesoras de una escuela en Hernandarias, en horas de la tarde del viernes pasado, pero los alumnos les dijeron que solo fueron a causa de la explosión de un cebollón. El hecho había ocurrido ya en hora de la salida, por lo que las profesoras, empezaron a indagar más el lunes por la mañana.
Ese día, alrededor de las 10:00 de la mañana, llegó hasta la dirección un grupo de jovencitos, que denunció que en realidad no fe un petardo el que ocasionó el ruidazo, sino una pistola de aire comprimido que percutió un alumno de 15 años.
Los menores afirmaron que supuestamente su compañero realizó el disparo para intimidar a un grupo de jóvenes que no eran de la institución y que serían adictos a las drogas, con quienes el muchacho tiene una rivalidad. La directora de la Escuela convocó para una reunión informativa a la madre del alumno, quien confirmó que su hijo desde hace un tiempo es amenazado por un grupo de adictos a las drogas, “fisureros”.
El hecho fue denunciado formalmente por la directora en sede de la comisaría quinta local, quienes a su vez informaron sobre lo ocurrido al Ministerio Público.