Todo comenzó en septiembre del 2014, cuando José Leiva, docente de un colegio privado de Asunción, usó su rol de autoridad para acosar a su alumna de solo 15 años. Tanta fue su insistencia que logró, bajo engaños, mantener relaciones sexuales con ella.
“Para convencer a la menor la invitaba a merendar e incluso la llevaba a su departamento”, señala un informe del Ministerio Público. La víctima era la representante de su curso, por lo que tenía que trabajar con el educador sobre temas como el cuidado y asesoramiento espiritual. El profesor fue contratado como Encargado de Pastoral del colegio religioso.
Aprovechó esta actividad para intercambiar mensajes con la colegiala, que poco a poco fueron subiendo de tono. De conversaciones educativas pasaron a mensajes de texto por WhatsApp de contenidos eróticos, incluyendo fotos desnudas del docente.
El acusado mantenía una relación sentimental con su alumna a pesar de que estaba casado y de que su esposa estaba esperando un bebé. En marzo del 2015, la estudiante que en ese entonces tenía 16 años, fue sometida de forma sexual por el docente, lo que luego se supo en la institución educativa. El suceso fue comunicado a la madre de la afectada, por lo que se denunció el caso ante la Fiscalía. El funcionario fue destituido de forma inmediata de su cargo en la casa de estudios.
Tras aplazar la condena por un largo período, ayer finalmente salió la sentencia de dos años de cárcel para el procesado. Sin embargo, según versiones extraoficiales, la medida será sustituida por la entrega de dinero en efectivo que el abogado ofreció.
