Chocho por volver a la cancha quedó don Rodolfo el fin de semana. Para él, fue como volver a la vida, a esa a la que estaba acostumbrado detrás de su retoño, el arquero de Atlántida, de la Primera B, Miguel Loco Castro.
“Les comparto esta foto que alegra mi alma. Mi Papá. Nuestro sueño era llegar a Primera. El fútbol me esquivó oportunidades y muchos días lloré, me frustré y papá ponía su pecho y decía: ‘Tranquilo, che ra’y. Primérape, intermédiape o ápe, nde che orgullo, rehohápe che aîta nendive” (A donde vayas yo estaré contigo), posteó el golero en su Twitter, pureando por la felicidad de su fan número 1.
Esa imagen fue viral y EXTRA le consultó sobre esa motivación que tiene en las gradas.
“Yo juego al fútbol por amor al deporte y a mi papá que siempre quiso un hijo futbolista, yo tengo esa oportunidad de hacerle feliz y es por eso que nunca abandoné mi carrera”, dijo de entrada.
Miguel no ocultó lo emocionado que se sintió al ver así a su familiar.
“Su cara decía todo, para él fue como volver a nacer, después de más de un año y medio, verlo de nuevo ahí fue lo máximo. Si bien no es en Primera División como siempre soñamos, la felicidad es inmensa para los dos”, añadió.
Inició su carrera en Sol pasando por el Franjeado, para luego tener una breve pasantía en Brasil, en el estadual de Paraná, jugando para el Cascavel. A partir de ahí, sus rumbos siempre estuvieron ligados al ascenso, en la Intermedia en el Olimpia de Itá y desde hace 4 años en el Atlántida de la Primera B.
“En qué fallé”
“Nunca entendí por qué no se me dieron las oportunidades. Siempre me pregunté en que fallé, lastimosamente creo que la fortuna, en ese sentido no estuvo de mi lado”, añadió. Pero más allá de los aciertos y errores, el Loco, se mantiene vigente y por una simple razón. “Detrás de la pelota muchas veces perdí más de lo que gané, pero sigo acá remándola, porque eso hace feliz a mi papá”, remató.
