09 may. 2024

Tórtolos sellaron su amor en la cárcel

Farra terminó en la privada.

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Pablo y Juana firmaron el libro hû y se dieron un apasionado beso frente a los testigos.

Gentileza

Él la conquistó con detalles, ella con su pícara sonrisa.

Pablo González Colmán (68) y Juana Beba Cáceres (65) se conocieron en la cárcel regional de Villarrica.

Para él fue amor a primera vista, pero tuvo que batallar para que Juana por fin lo aceptara.

Fueron novios por más de un año, hasta que Pablo le pidió a su amada que sea su esposa. Ella le dijo que sí, pero había un problema; ambos estaban privados de su libertad.

Pero los barrotes no fueron obstáculo para que la pareja cumpliera ese sueño tan anhelado, por esa razón, el jueves último, se juraron amor eterno ante un juez que los casó.

Los presos que le salieron de testigo y el propio director de la correccional, Francisco Benítez Escobar.

El traje, el vestido y el agasajo fueron un regalo de la administración.

“Se conocieron acá, el señor Pablo hace los trabajos de rutina y mantenimiento de jardín y demás cosas, y por ahí viene la mano. Le conquistó con detalles a ña Juana, le regaló ramos de flores en las mañanitas y compartían tereré juntos”, detalló Escobar a EXTRA.

Pablo es de Caaguazú, nunca se casó y tampoco tiene hijos y Juana es de Quiindy, tiene una hija que no pudo asistir a la ceremonia por la lejanía.

“La señora está por cumplir dos años (de encierro) y el señor está recluido acá desde hace ocho años, está como para salir”, apuntó el dire.

Escobar contó que normalmente tiene contacto con los internos y funcionarios. Actualmente están recluidos 623 hombres y 36 mujeres (en pabellones separados).

“Sabía que eran novios, porque requieren de una autorización para eso, pero nunca entraron a la privada, por la creencia religiosa de la señora, quien dijo que primero tenía que casarse”, dijo.

Hubo luna de miel

Para consumar su amor, Pablo y Juana tuvieron una noche de pasión.

“Entraron en la privada, esa noche tuvieron su luna de miel todo decorado. Emocionante era adentro, porque la población (los demás presos) decoró el lugar, así como cuando Jesús entró en la iglesia de Jerusalén, sobre su burrito, así entraron, no tenemos fotografías, pero era muy lindo”, señaló el director de la penitenciaría.

Escobar manifestó a EXTRA que en la cárcel siempre se forman parejitas, pero para pasar los días de soledad, pero esta es la primera vez que dos personas deciden unir sus vidas.

El próximo paso es ante Dios.