Los pobladores de la compañía de Capiipé, de Barrero Grande, Cordillera, se unieron para darle una mano a don Francisco Ferreira Britos, de 74 años, más conocido como don Akiko.
Akiko, quien nunca tuvo hijos, se dedica a la venta de verduras de su pequeña huerta. Con tristeza relató su historia mirando los muebles que fueron sacados de la casa por la policía y dejados en la calle. Contó que el terreno era de su abuelo y que fue desalojado por su sobrino, Rumilio Ferreira.
Explicó que el predio pertenecía a su abuelo y que fue desalojado por su sobrino, Rumilio Ferreira, hijo de su hermana por parte de padre. Rumilio gestionó la sucesión y solo incluyó a su madre como heredera. El afectado acudió a la justicia para nadie le hizo caso.
“Estaba acostado, hacía frío, y el martes por la mañana llegó la policía. Me mostraron un documento de desalojo sin firma, que venía del juzgado, y comenzaron a sacar mis cosas. No sé quién fue el juez porque el documento no tenía nombre”, relató. Suplicó a la Justicia que intervenga, ya que lo dejaron sin nada.
María Ana
“Nadie va a llevar nada en esta vida, nos vamos con las manos vacías”, dijo doña María Ana López, dueña de la chipería María Ana. La chipera manda cocinar abundante y da comida al karai y a los vecinos que le están ayudando. “Ya tenemos 5 abogados ya trabajan por el caso”, indicó. Los vecinos están construyendo una casita en la vereda de su exterreno.
Vendió la casa de sus padres
Don Benito Cardozo (69) fue desalojado ayer por su propia hija, en la ciudad de Presidente Franco, departamento del Alto Paraná.
La mujer vendió la casa de sus padres por 150 millones de guaraníes y no le dio nada a su papá ni a sus hermanos. La acusada de mal hija Marisol Cardozo , habría dicho que su mamá (ya fallecida), le vendió el terreno en el 2010.
Don Benito, dijo que él nunca firmó nada. Indicó que años le costó levantar su casa.