Llegaba para el culto, cuando desconocidos acabaron con sus planes y con su vida. Los disparos anticiparon el sepulcral silencio, de unos segundos, que invadió la cuadra. Pedro Juan Caballero sumaba una víctima más en la larga lista de ultimados por encargo.
De ocho balazos, ejecutaron a Wilfrido Arce, pastor evangélico, fundador y propietario de la Iglesia del Cielo.
Arce intentó zafar de la muerte estando ya herido, corrió para ingresar al lugar de oración, sin embargo los sicarios lograron ejecutarlo frente mismo a su iglesia y delante de su esposa e hijo. Cayó muerto a metros de la puerta principal, mientras sus adeptos lloraban a gritos.
El homicidio se registró cerca de las 19:00 sobre la avenida Guyra Campana c/ Mainumby del barrio Jardín Aurora, de la capital de Amambay.
Según los primeros datos, el matón descendió de un vehículo que aparentemente estaba estacionado esperándolo, allí fue directo a su objetivo. Se trataría de uno de color blanco, de la marca Nissan, modelo Sunny, informó Marciano Candia, corresponsal. “No tenemos aún conocimiento de quiénes serían los autores, estamos recogiendo indicios y evidencias y vamos a dialogar con la gente que estaba dentro de la iglesia”, dijo el comisario Aníbal Franco, a Telefuturo.
El médico forense Marco Prieto inspeccionó el cuerpo: recibió 1 disparo en el cuello y 7 en la zona de la cabeza, con una 9 mm.
Cámara será clave
El uniformado mencionó que el local cuenta con cámaras de circuito cerrado que podrían ser claves.
El hecho consternó a los seguidores del pastor y a su familia, ya que, según dicen, ni siquiera recibió amenazas. No se descarta que el homicidio guarde relación con su turbio pasado.
Turbios antecedentes
Cayó con droga y le vinculan con la muerte de su cuñado policía.
El ahora fallecido fue noticia en su momento y no por su faceta de predicador.
En 2009, Wilfrido Arce estuvo preso en la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero, luego de caer con 366 kilos de cocaína. Un juez lo mandó a la casa para que cumpliera el encierro supuestamente para un tratamiento médico. Después, la corte le revocó la prisión domiciliaria y volvieron a detenerlo. “Aparentemente, en la cárcel se convirtió y al salir de reclusión formó esta iglesia que hace poco se inauguró”, informó el corresponsal Marciano Candia.
En 2012, al considerado distribuidor de drogas lo vincularon con el asesinato del suboficial de Policía Isidro Ramón González, quien era su cuñado. La versión que manejaba en ese entonces la fiscala Camila Rojas es que hubo una pleito familiar entre ellos y por eso lo habría mandado matar.