Una comitiva encabezada por el fiscal Federico Leguizamón le hizo ayer una visita no muy cordial que digamos al empresario Regis Marques en el hotel Dazzler de Asunción, a raíz de una denuncia de parte del mismísimo vicepresidente de Cerro Porteño, Víctor Agüero.
El agente brasileño está en la mira de la Justicia por supuesta lesión al derecho a la comunicación y a la imagen.
“El señor Agüero había tenido conocimiento de que presuntamente Regis Marques tuvo acceso a conversaciones suyas. Lo que más nos interesa saber es qué medios técnicos tiene el señor Regis Marques para acceder a las conversaciones telefónicas de Víctor”, señaló el abogado Rodrigo Galeano, representante legal del segundo al mando en el Ciclón.
Pero más allá del delito que habría cometido el rapái, hay otro tema que también quebranta al denunciante.
“Lo que más nos preocupa es dilucidar si el señor Marques tiene algún tipo de equipo de escuchas telefónicas ilegales, lo que podría afectar incluso a la seguridad nacional”, agregó a la 730.
El retruco
Desde el otro rincón, Regis no se achicopala para nada, asegurando que dará guerra.
“Yo no soy más empresario y trabajo en el FBI, porque como el abogado (de Víctor Agüero) dijo: parece que soy policía americano. No me voy a achicar porque esta guerra ya la hice quinientas veces”, disparó.
Según lo que se menciona, Regis se estaría exponiendo a una pena de 2 años de cárcel.