Un video viral corrió como pólvora en redes sociales. Los protagonistas: cuatro adolescentes de aproximadamente 14 años y fue muy polémico.
Según se puede ver en las imágenes, un señor, muy enojado, manda a la China a los chicos, supuestamente por patear su portón. Estos niños habrían intentado hacer el desafío viral de “tumbaportones” que es popular en TikTok.
Castigo
En el video, el señor les exige unas disculpas por la travesura. Los jovencitos no tuvieron más que obedecer. Ocurrió en el barrio San José de Carapeguá.
“Disculpame, señor, nunca más volveré a patear el portón”, y los muchachitos repiten, todos cabizbajos y con vergüenza.
Pero para el dueño de casa, el castigo moral no había sido suficiente y los obligó a arrodillarse en la vereda y volver a repetir el pedido de disculpas.
Opiniones divididas
Antes de terminar el video, se le escucha decir al señor que la próxima vez que se les ocurra hacer eso, iban a ligar muchísimo. “Anive peñemboloco”, les dijo.
La forma de actuar del señor fue bastante comentada en redes sociales. Muchos a favor y algunos en contra. “La educación la deben recibir en sus casas. Y si no recibieron ahí, la calle es la que les educa. No les golpeó ni nada la persona. Aplauso. Que venga otra vez el Servicio Militar para que los jóvenes puedan encontrar el camino”, opinó Graciela.
“Mis respetos y admiración al Señor que hizo que los jóvenes pidan disculpas. Eso no se hace, no se amedrenta casa ajena, eso se respeta, lo mismo haría yo, le aplaudo de pie”, dijo Zulma.
“Cada ser sin alma que hay… No hace falta humillar a nadie. Pero todo vuelve. Si, está mal lo que hicieron, pero arrodillarse y pedir perdón, ni que matarán a alguien”, cuestionó Gladys.
Filmados haciendo macanadas
Hace una semana, un grupo de adolescentes fueron filmados por el circuito cerrado pateando y rompiendo un portón, en el barrio Mariscal López de Lambaré.
Entre los cabezudos estaba el hijo de 14 años de una extop. Para Mario Gamarra, subjefe de la comisaría 4ta local, esta práctica pone en peligro la vida de los menores, ya que la casa “objetivo” puede tener perros bravos, el dueño los pueden confundir con ladrones, etc.