Un hombre de 45 años, acompañado de su hija de 5, estaba en la estación de tren Kingsbridge Road de Nueva York, Estados Unidos. Hablaba por teléfono y parecía normal, hasta que vio que el tren estaba llegando, colgó el teléfono y uno de los testigos escuchó que dijo “Dios te bendiga. Bye bye. Ahí viene el tren”. Luego, alzó a su nena y se tiró en las vías del tren.
Quienes presenciaron el suceso se quedaron con el Jesús en la boca y comenzaron a gritar al maquinista para que se detuviera. El hondureño Jairo Torres, que estaba en el lugar al momento de lo ocurrido, bajó y miró por debajo y no podía creer que la pequeña no murió.
Rápidamente la sacaron y la pusieron a salvo, sin entender lo que había pasado, la menor comenzó a llorar y pedía por su mamá. Felizmente solo tuvo rasguños, de igual manera la llevaron hasta el hospital, donde se encontró con su mamá.
El papá falleció en el acto y no se sabe el motivo de su decisión. El trágico hecho ocurrió el lunes.