
El paracaidista Luke Aikins conquistó una hazaña al saltar al vacío desde una altura de 7 kilómetros por encima del nivel del suelo, sin paracaídas, hasta aterrizar sobre una red de seguridad. Ocurrió en el valle del Simi, en California (Estados Unidos), el último sábado.
El norteamericano de 42 años se tiró desde un avión y fue ayudado por tres paracaidistas que le orientaron en los metros finales hasta caer en una gran red de 30 metros por 30 que amortiguó la llegada. El hombre cuenta con más de 18.000 saltos en su historial profesional, pero esta proeza supone un récord mundial y personal en la carrera de Aikins. La altitud total desde la que Aikins efectuó el salto se fijó exactamente en 7.620 metros.
Se tiró con una máscara de oxígeno y, para facilitar la caída, se colocaron luces situadas en la red que comenzaron a brillar una vez que se estaba acercando a la zona correcta. “Estoy casi levitando, es increíble”, expresó luego de pisar suelo, este sábado, a la cadena de televisión Fox que transmitió en directo el evento.
El salto tuvo una duración de dos minutos y fue a una velocidad de 193 kilómetros por hora. De esta manera, Aikins dio fin a su carrera profesional. “¡La cosa simplemente sucedió! Ni siquiera puedo articular palabras ahora”, reconoció el paracaidista.