Los extraños y fuertes maullidos de gato, que hacía Gilad Gil Pereg (39), un ingeniero electrónico israelí radicado en Argentina acusado de matar a su propia madre y a su tía en el 2019, no dejaban continuar a los jueces, fiscales y abogados con su trabajo, ayer, en la audiencia que se llevaba a cabo por el terrible crimen que cometió.
Debido a que a todo lo que le preguntaban respondía con maullidos y por el imparable ruido extraño que hacía, los jueces decidieron echarlo de la sesión y continuar sin él, pese a que en ese momento se decidía si era condenado o no a cadena perpetua.
Desde hace unos meses, el hombre había dicho que se definía como gato y desde aquel momento nunca más habla, sino maúlla. Incluso, creen que habría olvidado ya el lenguaje humano.
"¿Señor Gil Pereg, este es su nombre?”, le preguntó la jueza técnica Laura Guajardo, a lo que é respondió con un maullido. Tras una advertencia de la magistrada para que se comportara, el hombre continuó maullando si n parar, por lo que fue retirado de la sala por el personal de seguridad, según reporta Infobae.
El hombre mató a balazos a Pyrhia Saroussy (63), su tía, y a Lily Pereg (54), su mamá. Tras el homicidio, las enterró en su propia casa y los investigadores tardaron un buen tiempo en hallar los cuerpos.
Ante este extraño comportamiento, los abogados del acusado alegaron que su cliente no puede ser condenado, ya que padece de licantropatía, un estado en el que el ser humano se siente animal.