El Papa Francisco lanzó un claro mensaje de Navidad en el Vaticano, al referirse a los chismes, advirtiendo que tienen “efectos destructivos”. Fue durante una celebración de la importancia de la vida familiar y el servicio humilde.
“Una comunidad eclesial vive en armonía alegre y fraternal en la medida en que sus miembros caminan por el camino de la humildad, negándose a pensar y hablar mal unos de otros”, lanzó el sumo pontífice en su discurso anual de Navidad.
“Por favor, estén atentos. Nunca hablen mal unos de otros. Si tienes un problema con una hermana o hermano, anda y díselo en su cara. Y si no puedes hacerlo, trágatelo, pero no vayas sembrando inquietudes que hacen mal y destruyen”, aconsejó.
Dijo que “el chisme es un veneno mortal. Y muchas veces de moda en las comunidades. ¡Seguro que entre ustedes no sucede! Pero lo digo para que estén atentos”, lanzó.
Apuntó que “daña los lazos sociales, envenena los corazones y no lleva a nada”, mientras se dirigía a cardenales y altos funcionarios del Vaticano.
Instó a practicar la autocrítica en vez de criticar a los demás.