La historia de Alex Batty conmocionó al mundo entero y se hizo viral en cuestión de horas. El joven británico de 17 años fue secuestrado cuando tenía 11 por su propia madre y su abuelo, quienes lo obligaron a pertenecer a un grupo religioso y a seguir ciertas reglas incomprensibles y hasta descabelladas.
Luego de 6 años de estar sometido a las exigencias de una secta, Alex decidió escapar y fue encontrado, luego de haber caminado aproximadamente 30 kilómetros por varios días.
Según el propio relato del joven, hace seis años que comenzó con un largo camino en “comunidades espirituales” de Marruecos, Málaga, Tarragona y como punto final el sudoeste de Francia, desde donde escapó para llegar a Reino Unido.
Tras ser localizado, le dieron la tutela legal a su abuela materna en Oldham, al norte de Inglaterra. La policía de Manchester empezó con una investigación penal por secuestro de menor.
Relató que su madre tenía posiciones “antigobierno y antivacunas” y no quería “convertirse en esclava del sistema”.
Reveló que nunca permaneció más de varios meses en un lugar. Tras una pelea con ella, decidió marcharse y fue encontrado por un repartidor de medicamentos mientras caminaba en una carretera al sur de Francia.
“Quería vivir una vida normal”, he’i
El joven dijo estar “muy feliz de poder pasar la Navidad en casa”.
Alex incluso tenía otro nombre y era “Zach”. Él siempre buscó una “vida normal”. Preguntaba a los turistas estadounidenses y canadienses que se alojaban en el hotel donde se alojó por última vez en los Pirineos franceses, sobre el mundo exterior.
Tenía muchas ganas de ir a la escuela, pero tanto su abuelo como su madre no le dejaban, ya que estaban en contra de todo lo que ofrecía el sistema.