Nació en agosto de 1909, tres años antes de la tragedia del Titanic, sobrevivió a dos guerras mundiales, y superó el Covid. Ethel Caterham es la persona viva más longeva del mundo y celebró ayer sus 116 años de vida, en una fiesta familiar en Inglaterra, de donde es oriunda.
A Ethel todavía se la ve muy bien, con mucha lucidez y buen estado de salud, y todo el que conoce su historia quiere saber ¿cuál es su secreto?
“Nunca discuto con nadie, escucho y hago lo que me gusta”, fue su respuesta a la BBC Radio Surrey sobre esta interrogante.
Además, sostuvo que otra clave es que atravesó con “calma todos los altibajos”. Ethel es la penúltima de ocho hermanos.
En su adolescencia, Ethel trabajó como niñera de una familia británica en la India, y posteriormente vivió en Hong Kong con su marido Norman, teniente coronel del ejército, con quien se casó en 1933.
A su regreso a Inglaterra, Ethel tuvo dos hijas: Gem y Ann. Su esposo Norman murió en 1976, 49 años ya hace de eso.
Su hija Gem murió a inicios del milenio y Ann falleció en febrero de 2020 a los 82 años, víctima del cáncer.
Ethel obtuvo el Récord Guinness el 30 de abril de este año, tras el fallecimiento de la monja brasileña Inah Canabarro Lucas, quien vivió hasta los 116 años.
Carlos III le mandó una carta a Ethel
El rey Carlos III le había enviado el año pasado una carta de felicitaciones a Ethel por su “extraordinario logro” de llegar a vivir demasiado tiempo. “Su Majestad se sintió alentado al conocer la fascinante historia personal de Ethel”, señala parte del escrito.
Ethel nació cuando el trono de lo que aún era el Imperio Británico lo ocupaba el rey Eduardo VII, hijo de la reina Victoria, bisabuelo de la fallecida Isabel II y tatarabuelo del actual monarca, Carlos III.