Una extraña consecuencia del COVID-19 pillaron en un hombre de 77 años en Japón. Se trata de un “Síndrome Anal Inquieto” .
El abuelo estuvo internado en el Hospital de la Universidad Médica de Tokio luego de contagiarse de COVID. Estuvo durante 21 días y, pese a su avanzada edad, no necesitó de terapia ni aparatos para respirar.
Sin embargo, varias semanas después de su alta, apareció un molestoso problema.
El anciano comenzó a sufrir un “malestar anal profundo” a 10 cm del periné, la región ubicada entre los genitales y el ano. Esto le dio una “necesidad esencial de moverse”, según describió el portal argentino elancasti.com.
“El paciente notó que el ejercicio (caminar, correr o jugar videojuegos) basado en el movimiento aliviaba sus síntomas. Por el contrario, otro tipo de actividades como descansar y quedarse quieto los empeoraba. Otro dato trascendente es que los inconvenientes empeoran a la noche”, señala la investigación.
Tratamiento
Como tratamiento le dieron una dosis diaria de 1,5 mg de Clonazepam, un fármaco utilizado para tratar las convulsiones y los ataques, que alivió sus síntomas. Al miércoles 29 de septiembre, continúa mejorando después de 10 meses con la medicación
El “síndrome del ano inquieto” no es una enfermedad conocida, pero sería una variante del “síndrome de piernas inquietas, una enfermedad común que afecta al sistema nervioso en alrededor de una de cada diez personas.