La Casa Blanca confirmó la autenticidad del video difundido el domingo y que muestra la cabeza del joven rehén estadounidense de 26 años después de ser ejecutado por los yihadistas.
Es “un acto de maldad absoluta llevado a cabo por un grupo terrorista al que el mundo considera, con toda la razón, inhumano”, denunció el presidente estadounidense, Barack Obama.
Las acciones de esta organización “no representan ninguna fe, y ciertamente, no la fe musulmana que Abdul Rahman había adoptado”, agregó el mandatario llamando al cooperante por el nombre que eligió tras convertirse al islam.
Otros dirigentes condenaron también estas ejecuciones, que según la jefe de la diplomacia europea Federica Mogherini son “una nueva ilustración de la determinación del Estado Islámico a continuar su programa de terror”.
La italiana reafirmó este lunes que la Unión Europea (UE), varios de cuyos países participan en los bombardeos contra el EI en Irak, seguía “plenamente comprometida a luchar” contra los yihadistas en este país y en Siria.
Más allá de las ejecuciones, diplomáticos y expertos se interrogaban sobre el formato inédito del video difundido por el órgano mediático de grupos yihadistas Al Furqan.
Es totalmente diferente de las grabaciones anteriores del EI anunciando las ejecuciones de los cuatro rehenes occidentales decapitados desde mediados de agosto: los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff, y los cooperantes británicos Alan Henning y David Heines.
De mayor duración, este video de 15 minutos comienza por la afirmación de la voluntad del EI de extenderse más allá de Irak y Siria, donde proclamó un “califato” en las regiones bajo su control.
Muestra también, a través de primeros planos e imágenes a cámara lenta, la decapitación simultánea de 18 “soldados de Bashar (el Asad)”.
Por primera vez los yihadistas aparecen con el rostro descubierto. Algunos tienen rasgos asiáticos y otros, europeos.
De hecho, el ministerio del Interior galo afirmó este lunes que había “una alta probabilidad” de que uno de uno de ellos fuese “ciudadano francés”, y el padre de un estudiante británico, Naser Muthana, indicó que su su hijo de 20 años se se parecía mucho a uno de los verdugos.
Otra de las diferencias del vídeo es que el rehén no aparece vivo en ningún momento y no se profieren amenazas contra ningún otro occidental retenido.
“Estamos enterrando al primer cruzado estadounidense en Dabiq [ciudad del norte de Siria]. Y esperamos con impaciencia la llegada de los otros soldados para que sean degollados y enterrados aquí mismo”, amenaza el hombre, éste sí enmascarado, que habla con la cabeza de Kassig a sus pies.