23 abr. 2024

Imputado por feminicidio ahora dice que la muerte de su hermana fue “un accidente”

El joven volvió a negar que él fue el autor del crimen de Romina Ayelén y, en un video, pidió que se haga Justicia en su caso.

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Wilmar Javier Baliero Rodríguez y su abogado, Pedro Jara.

Wilmar Javier Baliero Rodríguez (19), hermano de madre de Romina Ayelén Peralta Rodríguez (16), volvió a negar que él sea el autor del crimen de la adolescente, ocurrido en la noche del lunes 27 de junio, en Lambaré.

Fue a través de un video en que aparece el joven, siendo entrevistado por su abogado, Pedro Jara.

“No; nada que ver”, respondió cuando el defensor le preguntó si le mató a su hermana.

Dijo que fue “un accidente; que ella había manipulado el arma de fuego”, dando a entender que la propia víctima fue quien se disparó en la pieza de su vivienda.

“Yo le auxilié, con mi padrastro (Roberto Peralta)”, sostuvo, antes de agregar que “en el momento en que yo le auxilié y le alcé en la camioneta, me dijo que no le deje sola… y que no se quería morir”.

Ante otra consulta del abogado, Wilmar desmintió que haya tenido algún tipo de relación sentimental con su hermana. “Nada que ver”, recalcó.

Aseguró que no se le hizo ningún tipo de prueba, como de parafina, de nitrato o de ADN.

Pidió “que se haga Justicia y se pueda aclarar (el caso)”. Afirmó que le quería mucho a su hermana y mostró la estampa fúnebre con la foto de Romina, que tuvo en su mano durante toda la entrevista. “Es la única cosa que puede tener”, acotó.

Al comienzo, el abogado Jara le preguntó a su cliente si teme por su vida, porque se encuentra aislado en su lugar de reclusión, y al final del video le deseó mucha fuerza y le aseguró de que no lo va a abandonar.

Ayer se había viralizado una carta manuscrita de Wilmar Javier, en la que él aseguraba que es inocente.

“Yo no le puedo decir quién fue por que no estaba presente, yo estaba en el baño para ir a trabajar”, señala en el escrito, entregado al periodista Héctor Alegre.

Sostuvo “que a mí nadie no me escuchó, menos la Fiscalía, que directamente me acusó sin escucharme. Siento mucho lo que pasó y ojalá que se esclarezca todo”.

Giros sorprendentes

El caso de la adolescente Romina Ayelén tuvo giros sorprendentes, a medidas que pasaban los días, desde que se produjo su muerte.

Cuando sus familiares la llevaron gravemente herida al servicio de Urgencias del Hospital General de Lambaré, en la noche de aquel lunes, el padre dijo a los trabajadores de blanco, que un vapeador explotó en la boca de su hija, lo cual le produjo una terrible hemorragia que los médicos no pudieron controlar; hasta le hicieron una transfusión de sangre, pero la paciente falleció unas dos horas después de haber llegado.

Incluso, Roberto Peralta alegó que no había necesidad de una autopsia, ya que se sabía de qué falleció y era presunta causa del deceso se hizo constar en el certificado de defunción emitido desde el nosocomio.

Sin embargo, dos días después, la fiscala Gladys González ordenó una necropsia del cuerpo, ya que estaba sepultado, y en el estudio se descubrió que la adolescente había recibido un disparo de un arma de fuego, calibre 22, cuya bala le fue extraída durante el procedimiento forense.

Luego, Wilmar fue detenido, como presunto autor del crimen, que en principio se investigó como homicidio, pero al final la carátula cambió a “feminicidio”, luego de que se supiera de una supuesta relación sentimental entre los hermanos.