“¡Sí que luchamos!”, comentó Will Fretes a EXTRA, soltando una sonrisa. El artista habló con orgullo sobre su humilde pasado y su sacrificado comienzo en la música en su natal Coronel Bogado.
Mencionó que hace 16 años empezó su aventura. “Me descubre el profesor de música Miguel Morel, me preguntó si me animaba a representar a la escuela en una competencia en mi pueblo. Yo con 9 años no tenía idea. Llegó el día, yo con mi uniforme de la escuela bien planchadito y con un miedo terrible subí al escenario e interpreté Por tu cariño, una polca; grande fue la sorpresa de que gané la competencia”, comentó.
Siendo niño, el artista se enfrentó a la falta de dinero. “No sabía qué tan difícil sería, mi familia, de muy escasos recursos; mi papá un carpintero y mi mamá ama de casa, apenas alcanzaba para el almuerzo del día. ¿Cómo iba a hacer para luchar?, ¡si no tenía nada ni nadie que me pueda prestar un pantalón para los festivales!”, indicó.
Primera oportunidad
Fretes destacó que las ganas de convertirse en músico lo llevaron a ir a curiosear a la Asociación Amigos del Arte y se cruzó con una persona que le tendió la mano.
“Un señor, Rodrigo Caballero, un joyero, me dice: ‘De dónde venís, mitã’i’. Yo le respondo: ‘Estoy mirando nomás’. Con la pinta que yo tenía, remera rota y unas zapatillas arregladas con alambre ya se imaginaba él de dónde yo venía. Me invitó a tocar algún instrumento, le dije que yo lo que quería era cantar. Me pidió que venga al día siguiente. Llegó el día, fui de vuelta, mis papás no sabían en qué andaba yo. Me dice el señor: ‘Epurahéi, che ra’y’. Le canté Cielito Lindo, terminó la canción y me aplaudieron y jamás imaginé que ese señor iba a ser importante para mí”, dijo.
Desde ese momento empezó a realizar presentaciones en su pueblo, hasta que vio en la televisión que anunciaron un casting para el programa Rojito.
“Le dije a mis padres que yo quería estar ahí, recibí un rotundo ‘NO’. Mí papá ese día me dijo: ‘Ndajarekói ni un guaraní la jaha haguã, che ra’y’, me sentí muy decepcionado pero lo entendí”, indicó.
El pequeño no se rindió, le pidió una mano al joyero y el señor le dio una platita para probar suerte en la capital. “Tuve la gran satisfacción de ganar la competencia, el premio fue 3.000 dólares y eso ayudó a mi familia para empezar a crecer”, expresó.
El éxito y el amor
Will siguió insistiendo con la música. Relató que integró el grupo de Mily la Kchorrita, haciendo de todo un poco, hasta que conoció al productor Rubén Gaona y surgió la oportunidad de ser el cantante de Kchacumbia.
“Nos llevó al éxito total, recorrí varios países, miles de escenarios y los más importantes en todo el país. Ya pude ayudar a mi familia, ese era mi mayor sueño. En ese trayecto conocí a quién sería mi actual pareja, Marilina, con quien tengo una hermosa hija llamada Melody, que es la luz de nuestra vida”, expresó el finalista del Baila Conmigo Paraguay.