Durante una entrevista televisiva de Argentina, en la que le consultaron sobre el llamado “Wandagate”, el mediático enfrentamiento entre Wanda Nara, Mauro Icardi y Eugenia “La China” Suárez, Moria Casán sorprendió desviando la conversación hacia uno de los episodios más comentados de su vida. El conflicto que vivió en Paraguay por el robo de una costosa gargantilla.
La diva, fiel a su estilo frontal, respondió que los escándalos son parte de su trayectoria y que ella misma ha atravesado varios. “Yo tengo mucho escándalo también, con maridos, con cuernos, con no cuernos, con parejas, con cárcel. Nos olvidamos de todas mis cositas”, dijo, antes de soltar con ironía.“Capítulo Paraguay, of course”.
El hecho al que hizo referencia ocurrió en julio de 2012, cuando el joyero Armando Benítez denunció que la ex vedette no devolvió una gargantilla y un par de aros de diamantes y zafiros que le había prestado para un espectáculo en Paraguay. El caso tomó fuerza tres años después, en diciembre de 2015, cuando la artista fue detenida al ingresar al país y quedó recluida varios días en la cárcel del Buen Pastor, también enfrentando cargos por posesión de cocaína. Finalmente, llegó a un acuerdo extrajudicial con el denunciante y recuperó la libertad.
Recién después de recordar aquel episodio, Casán retomó el tema inicial de la entrevista. Sobre la relación entre Nara, Icardi y Suárez, aseguró que se trata de una historia donde las peleas esconden una pasión persistente. “No lo hacen por venganza, están profundamente enamorados. Es como una novela romántica que atravesó océanos y llevó hijos”, opinó. También señaló que los constantes viajes de la pareja afectan a sus hijas: “Van a tener que ser pilotos o vivir con jet lag.Pobres pibes, siempre en el aire”.
Con su estilo directo, Casán cerró asegurando que, para mantenerse vigente, “hay que sostener el fuego sagrado” y que quien tiene glamour puede pasar de un escándalo a otro.