Fabi Martínez se mantiene firme y asegura que no debe nada a la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), por lo que se resiste a pagar los G. 32 millones que le exigen, sin antes tener explicaciones claras de su falta.
“Yo en este caso no me puedo defender porque ellos no supieron explicarme por qué me multaron por G. 32 millones, entonces la fiscalización llegó a un plazo en el que no encontraron irregularidades. Ellos me entregaron un documento de finiquito y lo que todavía se está llevando a cabo es el sumario administrativo”, explicó a EXTRA.
La modelo contó que se está realizando este proceso para atender su caso y que luego le comunicarían cuál fue la irregularidad que cometió.
“Lo único que me queda es esperar y voy a seguir preguntando todo lo que tiene que ver con mi caso, porque me parece que es muy injusto, siendo que yo soy una persona que cumple con ellos”, afirmó.
Martínez señaló que en el portal web de la SET no le figura ninguna irregularidad.
“Yo tengo todos mis documentos, a mí no me aparece ninguna deuda, porque cuando uno acepta que está en falta le aparece la deuda en el sistema. A mí no me aparece nada, solamente el pago de G. 50 mil”, manifestó.
La cuerona agregó que no sabe cómo hará para pagar la multa. “No sé realmente cómo voy a hacer, porque con ellos (SET) siempre hay alguna sorpresa, ellos tampoco juegan limpio. Si pueden quitarte el ojo, van a quitarte los ojos, no les importa”, tiró.
Otro lío
En 2019 saltó la información de que supuestamente Fabi Martínez estaba siendo investigada por la SEPRELAD y la SET por intentar depositar en un banco la suma de G. 2.500 millones. Según los rumores, la cuerona no tenía cómo justificar el origen de la millonaria suma.
En su momento dijo que el llamado que le hicieron desde la SET era por un tema tributario, no por un depósito de dinero. Aseguró que fue estafada por su contador y que eso la metió en problemas con el fisco.
Sobre los G. 2.500 millones alegó que no hubo nada irregular como se dijo en un principio. “No hay ser humano que pueda ir a depositar G. 2.500 millones en un banco de una, sin que te soliciten un documento, sin justificar de dónde viene esa plata. Mi caso fue manoseado, usaron mi caso como foco para decir: Miren estamos haciendo nuestro trabajo”, disparó.