23 abr. 2024

El triste pasado que marcó a Gaby Wolscham

Todos vemos siempre a Gaby Wolscham luciendo radiante en sus producciones de fotos, pero pocos conocen el pasado con la que carga la rubia debilidad de los paraguayos, y que la convirtió en una mujer con un carácter bastante fuerte.

En una entrevista con EXTRA, esta cuerona mencionó que su niñez no fue color de rosa y no se compara a la de otros niños, pues a la tierna edad de 11 años terminó llevando una vida sumergida en la soledad con sus hermanos, quienes fueron separados y cada uno fue a vivir en hogares diferentes.

“Cuando mi mamá muere de cáncer cuando yo tenía 11 años y es ahí que aparece mi papá que es un brasileño. Él solo quería cobrar el dinero porque mi mamá era muy adinerada, pero se libró de nosotros mandándonos a un hogar en Caacupé donde estaban niñas violadas, el hogar se llama Hogar Santa María Eufrasia”, dijo.

Embed

Pero Wolscham no podía demostrar debilidad, ella tenía que ser fuerte, es por eso que comenzó a trabajar vendiendo tortitas en el negocio de una familia que decidió darle techo y cariño de padres luego de que ella deambulara sin rumbo fijo durante unos años.

No conoció a su papá

Esta diosa recordó que nunca tuvo una figura paternal que le dé consejos para sobrellevar algunos problemas de la vida, su papá fue una figura ausente y nunca fue número.

Gaby siempre contó con el apoyo de las amistades de su mamá, quienes la ayudaron a sobrepasar los obstáculos que se le presentaban en el camino para que estos sean más llevaderos.

EL MODELAJE COMO UNA OPCIÓN

La despampanante mujer empezó a trabajar como promotora en los supermercados a los 14 años, era una opción para llevar un poco de dinero a la casa. Esto implicó que terminara su preparación académica con algunas complicaciones porque la necesidad económica era más fuerte y tenía que ponerle pecho a lo que se venía.

Posteriormente, ella decidió formar una familia, al menos eso parecía al conocerle al papá de su hijo, se trata de Walter Schubaum, pero según lo señala la propia Wolscham, la historia de amor fue una simple fantasía que ella tenía en su cabeza porque esto pronto se volvió en un cuento en donde, supuestamente, él era el malo de la historia por los constantes maltratos que ella sufría, que consta en una denuncia.

Ella lo tuvo que dejar y salir de su casa con casi nada de dinero y encontrando consuelo en la casa de algunas amigas quienes le dieron una mano hasta que diera a luz a su primer bebé.