Alcides Chamorro es un animador de fiestas de talla pequeña, que ha cruzado fronteras y llegó hasta Argentina y Brasil a través de su trabajo. En comunicación con EXTRA Alcides nos cuenta el largo camino que recorrió hasta llegar a ser un destacado animador. Actualmente se encuentra en la ciudad de Buenos Aires en una gira de 15 días.
El animador nació en la ciudad de Villarrica, desde temprana edad supo cuál era su vocación y decidió luchar y conseguir sus sueños. “Yo era lustrabotas y ganaba 15.000 por día, una suma interesante para la época, pero me gustaba hacer locución” contó. Dejó de lustrar botas a los 11 años cuanto tuvo su primer programa de radio denominado El show de los niños, en Radio Horizonte de la ciudad de Caaguazú. Posteriormente condujo un programa de música folclórica en radio Centenario, donde estuvo por dos años.
Exito de los escenarios
Cuando regresó a su Villarrica natal, terminó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Villarrica; fiel a sus sueños, comenzó a estudiar locución, al mismo tiempo ya conducía un programa en radio Guairá denominado Solamente Recuerdos, que estuvo al aire por 9 años.
Con gran carisma este pequeño gran animador se roba al público y conquista los escenarios desde los 15 años. “Mi amigo Fredy Vera fue el que me llevó por primera vez a animar una fiesta en un balneario de Villarrica”, manifestó, luego ya lo contrataban otros balnearios. Gracias a su destacada labor como animador, don Porfirio Sanabria, de la colectividad de paraguayos en Buenos Aires, contacta con él y lo lleva al vecino país para animar las fiestas de la colectividad paraguaya. En el 2004 comenzó un programa en Radio 7 de Agosto de la ciudad de Buenos Aires, denominado Polka Paraguaya, con temática folclórica. Luego de finalizar el ciclo regresó a nuestro país y siguió su carrera como animador.
“La gente siempre me contrata, ahora por ejemplo estoy en Buenos Aires, me quedo 15 días, en Paraguay también ya recorrí mucho gracias a Dios”, comenta. Ya con 18 años de trayectoria en la animación de fiestas y locución sigue cosechando éxitos tanto a nivel local como en el vecino país, cada vez que regresa a Buenos Aires es recibido con gran cariño y afecto por los miembros de la colectividad.
En cuanto a su estatura confiesa que cuando era niño le molestaba que en la escuela lo llamarán enano y se burlaran de él, pero ahora ya no sucede eso. “Siempre en la escuela me decían enano, no me gustaba tanto cuando era criatura que me dijeran enano, ahora ya se me pasó eso, soy profesional y no me siento discriminado. Ahora ya soy adulto y aguanto”, manifestó