Alvaro Mora tuvo como invitada en su programa Después de todo por NPy a una de las mujeres más aclamadas de la farándula local e internacional, se trata de la ahora empresaria Zuni Castiñeira quien contó aspectos de su vida que nadie sabía.
Al comenzar el programa el presentador le consultó si ella es así como se muestra o se trata de un personaje. “Yo soy así, no es que estudio un personaje. Ya vine así de fábrica como dijiste”, contó la exjurado del Baila Conmigo Paraguay.
Su fortuna
Algo que todos siempre se preguntan es cómo Zuni fue ganando tanto dinero en su vida y si se debe netamente al modelaje. Ella mencionó que su carrera en las pasarelas comenzó cuando tenía nada más que 13 años de edad y fue en una discoteca llamada Caracol Club, muy popular en esa época, y modeló para un zapatero siendo presentada por nada más y nada menos que Bruno Massi y Ernesto García.
“Yo arranqué a los 13 años, ya ves lo caradura que soy porque yo decía que tenía 17 años y que estaba por cumplir 18. Famoso que a esa edad ya comenzás a decir que sos más grandecita, pero mi madre y una persona que me inició en el modelaje saben que yo empecé a los 13 años. Siempre me gustó el modelaje, fue todo accidentalmente”, explicó.
En un momento de la entrevista la empresaria cuenta cómo fue que la mandaron obligada al Brasil en época de la dictadura de Stroessner y Mora se queda sorprendido cuando dice que a los 18 años de edad ya se compró una casa en Río de Janeiro. “¿De dónde sacaste el dinero para comprarte una casa en Río de Janeiro?”, le consultó el presentador, a lo que respondió: “Trabajando, Alvaro, yo era imagen de varias marcas importantes y tenía mis ahorros”.
Y la parte más fuerte se vino cuando mencionó cuál fue su primer vehículo: “Yo, Alvaro, a los 16 años tenía un Mercedes convertible, era virgen y la gente ya habla mal de mí. De todo decían, que yo era la amante de fulano o zutano”.
Fue atrevida
Zuni relató una anécdota bastante simpática que la llevó a ser una de las figuras femeninas más solicitadas en el Brasil: “Yo me encontraba sin trabajo en Brasil y tenía encima la cuota de mi apartamento y con un hijo bebé que era Alan. Me hablaron de una fiesta sumamente exclusiva, pero yo no tenía invitación, entonces igual me fui, me puse un vestido precioso que tenía, me subí a mi auto y me fui”.
Cuando ingresó al salón del evento todos quedaron impactados con la belleza de la paraguaya. “Cuando entro me ve un coreógrafo súper famoso que se llama José Reinaldo, me mira y me dice: ‘¿Qué es esto que estoy viendo?’, y quedó sorprendido conmigo”.