Fahd Jamil Georges se contactó con las autoridades brasileñas para comunicarles que finalmente se iba a entregar después de años de ser buscado.
Antes, escribió una carta en la que decía que era inocente en todas las acusaciones que se le hacían y que “siempre había colaborado con la seguridad en la región fronteriza entre Brasil y Paraguay”.
La Policía de Matto Grosso do Sul esperó al “padrino” rapái, considerado durante años el jefe del crimen organizado de la frontera. En nuestro país se lo investigó por el asesinato del periodista Santiago Leguizamón, incluso fue condenado a 30 años, pero por “jugadas” judiciales pudo zafar de las rejas.
Antonio Carlos Videira, el secretario de Seguridad Pública del Estado de Campo Grande, Brasil, explicó que Jamil, de 79 años, llegó al aeropuerto local en un avión acompañado de su abogado luego de una negociación.
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El “veterano” es un referente del crimen organizado desde la década de 1990. Tenía apodos como el “Rey de las fronteras”, “Fuad”, “el jefe de los jefes” y se lo involucra en el negocio de las drogas y las timbas en PJC.
Actualmente se lo investiga por la muerte del jefe de seguridad de la Asamblea Legislativa, Ilson Martins Figueiredo, asesinado a tiros de fusil en Campo Grande, el 11 de julio de 2018.
Según archivos periodísticos, el crimen habría sido en represalia por la desaparición de su hijo, Daniel Álvarez Georges, “Danielito”, en 2011, oficialmente muerto este año. Hay rumores de que el cuerpo fue disuelto en ácido para que nunca sea hallado, pero dichas versiones no fueron confirmadas.
Su familia y defensa solicitarán a las autoridades del Brasil el arresto domiciliario del rey del crimen organizado, ya que padece problemas pulmonares.