Cuenta la leyenda que un indígena fue a buscar alimentos y madera en la selva del Valle Ytú y que allí fu salvado por la Virgen de Caacupé.
Aquel emotivo pasaje, en el que el nativo talla en madera la imagen de la madre común está siendo plasmado por el conocido artista Óscar Garcete, en la Villa Serrana.
Garcete pidió permiso a la comuna caacupeña y obtuvo apoyo.
“Estoy haciendo esta obra por las festividades de la Virgencita y para hacer conocer mi arte”, contó a EXTRA. Sin embargo, hay una razón más que especial.
“Mi mamá era muy devota, sufría de cáncer, siempre que veníamos a la capital pasábamos por acá y ella se encomendaba para tener fuerzas, esa fe le mantenía entera”, mencionó.
Cuando su madre falleció, él prometió que haría algo para honrarla. “En honor a mi mamá, esta obra es para todos los fieles y para ella”, agregó.
Espera a peregrinos
La escultura de Caacupé hecha de arena tendrá más de 3 metros de altura, está sobre una estructura de considerable tamaño, lo que la hace aún más imponente. Está en la plaza Teniente Fariña, al costado de la Basílica. Pero no solo la Virgencita será la atracción: también esculpirá a los aborígenes.
“Estará el indio José y el que lo perseguía, en tamaño real, toda la escena para que la gente admire. De acá ya no me muevo hasta terminarla”, dijo. Mañana la escultura estará lista y a la espera de los peregrinantes.
Unos 32.000 kilos de arena están dando forma a este cuadro temático y solo un par de manos mágicas le da forma. Garcete es reconocido por varias obras de arte con las que incluso ganó premios internacionales.