Sin importar si le quedaba bien, David Verón, un policía, se dejó crecer la barba: tenía una misión desde hace un mes. Aquel día, él y su camarada fueron a asistir una denuncia de robo domiciliario en el barrio Jara de Asunción. Allí preguntaron al guardia de seguridad de una residencia si había visto algo. Pero ese procedimiento iba a pautar otro aún más importante.
“A ese ya le vi alguna vez en una comisaría, pedile su cédula, me dijo mi compañero”, contó el oficial. Efectivamente, Carlos Roberto Medina (40), quien custodiaba a una familia adinerada desde hace ya tres años, tenía cinco órdenes de captura: 3 por abuso sexual en niños y abuso sexual, 2015 y 2016, y otras dos por perturbación a la paz pública.
Verón y los suboficiales Ortega y Silvero cranearon cómo hacer para atraparlo. Por un mes lo siguieron y estudiaron sus pasos. “Hablamos con los dueños de casa, estaban asustados porque tenían niños, pero colaboraron”, mencionó.
Domingo tras domingo, los miembros de la familia quedaban con el Jesús en la boca, pero aguantaron el miedo con tal de que el señor fuera atrapado. Hasta que el domingo el plan se concretó.
Tremendo plan
“Nos fuimos temprano para aprovechar el cambio de guardia. Yo me dejé crecer la barba para que no me reconozca, estaba de civil, era mi día libre, pero igual vine de Guarambaré y mis compas de Roque Alonso. Yo iba a parar frente a él, abrir mi capó y decir que me faltaba agua, ahí íbamos a agarrarle. Pero aprovechamos una distracción antes y ya le agarramos. Incluso nos fuimos en vehículo particular para no alertarle, no queríamos que huya o ocurra algún tiroteo”, detalló Verón.
El custodio casi cae de espaldas cuando en el Departamento de Investigación de Delitos apareció su pareja. En 2015, su propia esposa le denunció luego de sorprenderle abusando de su hijastra de 11 años. “Aún así, ella sigue manteniendo una relación con el acusado, se acercó hoy a verlo”, manifestó sorprendido el uniformado.
De las circunstancias de los otros casos de abuso sexual mucho no se sabe, pero las autoridades investigarán si el ahora detenido usaba un mismo modus operandi.
Mientras, se espera que el juez Sosa Pasmor, quien tiene las causas de abuso, dictamine en qué penitenciaría irá.
Negó todo
El detenido negó todas las acusaciones. “Dijo ser inocente, que su señora iba a retirar la denuncia en ese entonces y que no lo pudo hacer, que lo de la perturbación fue por una riña que tuvo con un hombre donde resultó detenido”, detalló Verón.