El reloj corría a contratiempo para un enamorado pero arrepentido muchacho. Recordó que durante la madrugada del lunes hizo un pedido de dos arreglos grandes de flores para la chica de la que, en secreto, está enamorado.
Antes de que cante el gallo le escribió un mensaje a la florería, de la que compró el hermoso detalle, y confesó que hizo el pedido ebrio, entonces ya no quería que se mande y deseaba que se le devuelva su dinero.
“Yo creo que capaz se sinceró porque pensó que no había esa opción y como que al confesar te ayudan, decidió ser sincero”, contó al respecto Belén Ugarte, dueña de la florería.
Si querés saber más chismes, seguinos en nuestro canal de WhatsAppBelén mencionó que es la primera vez que alguien alega algo parecido, pero que no está segura de que fuera la primera que sucede, pues en la web las solicitudes se hacen las 24 horas y se procesan en horario de oficina. “La gente por ahí te cancela e inventa nomás equis motivo”, apuntó.
Pasan de todo
Dijo que en sus cinco años en el negocio ya pasaron por diversas cosas. “Un clásico de todos los tiempos son las chicas que se envían flores a ellas mismas con una notita como para que otra persona vea”, confirmó.
Añadió que también es recomún que las doñitas casadas llamen a consultar quién pa les mandó las flores cuando saben que sus maridos ni ahí les van a enviar. “Casi lloran al teléfono pero por una política súper estricta no damos datos”, aseveró.
Otro pedido típico es de los muchachos que envían “te quieros” a varias “amigas”.
“Obviamente quedan anécdotas internas. Nosotros en Twitter, como se dice siempre, contamos el pecado pero no el pecador”, dijo entre risas.