Freddy Ramírez (20) estaba trabajando el viernes por un tejido con su papá cuando este le ordenó que le dé agua a los animales que tienen en Ñacunday, Alto Paraná.
Antes de llegar notó un humo negro que se levantaba hacia el cielo y entonces tuvo el presentimiento de que algo malo estaba ocurriendo.
“Me desesperé, no sabía qué hacer, casi me dio un infarto antes de llegar. Llegué a casa y vi que se incendiaba, era imposible acercarme, había garrafa adentro”, contó.
Pensó en grabar con su cámara del celular pero el espacio era insuficiente. La mejor opción era entonces filmar en vivo desde Facebook.
“Corté el primer video y le llamé a mi hermana para que le llame a mamá y papá y después volví a transmitir”, expuso.
En el video se puede oír minutos después los llantos desconsolados de sus familiares y la impotencia de los vecinos que no tenían suficiente agua.
A pesar de las más de 462.000 reproducciones que tuvo el video en Facebook la única ayuda que recibieron hasta el momento fueron giros de G. 10.000 o G. 20.000 de amigos.
“Tampoco pueden dar mucho porque está difícil la situación por la pandemia”, comentó.
En colchones y con frazadas donadas por los vecinos durmió esta familia anteayer bajo un quincho del gallinero.
Se salvó la Virgencita
La familia perdió sus camas, sus ropas y sus documentos. “Nos quedamos con la ropa que teníamos puesta”, afirmó Ramírez.
Solo una Virgencita de Caacupé quedó intacta, parada entre los escombros. “Estaba sobre la heladera que se derritió hasta el suelo y nada no le pasó a nuestro santo. Impresionante lo que pasó”, expresó.
Señaló que volverá a gestionar su título de bachiller en Informática, ya que se quemó.