Para el equipo del INERAM, cada alta médica de un paciente internado por coronavirus es una victoria, pero hace pocos días, uno de los recuperados no tuvo con quién compartir esta alegría.
El doctor Carlos Morínigo informó que le tocó dar de alta a un paciente que mientras luchaba por su vida, había perdido a toda su familia.
“Él quedó solo en la vida. Es ponerse en la piel de este ser humano un minuto para sentir lo que él probablemente está sintiendo hoy, ya saliendo del hospital y darse cuenta de que se quedó solo en el mundo, que ha perdido a todos los seres queridos”, lamentó.
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Y el jueves, tres pequeñitos quedaron huérfanos luego de que sus padres fallecieran por el nuevo virus con solo ocho días de diferencia, en el Hospital de Pedro Juan Caballero.
El médico llamó a la conciencia ciudadana para seguir manteniendo las medidas sanitarias.
De seguir la tendencia de internados por terapia intensiva, podrían reportarse cien muertos por día, según confirmó el propio ministro de Salud, Julio Borba.
“Si no nos concientizamos de que el virus está por todos lados, podríamos llegar a eso. A seguir cuidándonos, a no bajar la guardia”, expresó.
Mil velas
El artista Koki Ruiz, en San Ignacio, Misiones homenajeó a las víctimas fatales de coronavirus el Viernes Santo.
Sus nombres se iluminaron en un candil hecho de apepú. Junto a la Virgen de los Dolores. Todos tenían su historia detrás.
“Una llamada que recibí fue de una señora cuyo marido falleció en los pasillos del hospital, un músico de apellido Ayala”, relató Ruiz. Agregó que después de unos minutos, la misma señora me llama y le pide escribir otro el nombre del amigo, también músico. “Me pidió que estén juntos, como ‘siempre’. Fue un momento muy fuerte”, expresó
Se pudieron encender 1.000 velas.