Jorge Melgarejo (27) no podía creer que su compañero de trabajo Alejandro Maldonado a sus 18 años nunca en su vida comió picaña.
Entonces, se le ocurrió organizarle un cumpleaños falso el viernes en su casa para que pruebe este corte de asado.
“Llegó el mediodía y el cumpleaños ya estaba todo preparado. Me voy y le digo a todos los compañeros de trabajo que disimulen y sigan la corriente”, mencionó.
En eso, su mamá comienza a rezar “por un año más de vida de Ale” y ahí Melgarejo ya no aguantó más la risa.
“Atajé mi respiración por 20 segundos, apreté fuerte mi abdomen, mordí fuerte mi mano para no reírme”, señaló.
Solo que esta combinación de atajar la respiración y de reírse por dentro le comenzó a marear, perdió el conocimiento y se desmayó cayendo al suelo.
“Había sido convulsioné y todo”, dijo. Le llevaron de urgencias al sanatorio. “Aprendí a que tengo que cuidar más mi salud. Me detectaron problemas respiratorios y triglicéridos”, concluyó.
“Por risa es raro convulsionar”
Probablemente el joven tenía algo de base y por ello convulsionó porque sería raro que ocurra por aguantarse la risa, explicó la Dra. Lorena Martínez, del Hospital de Clínicas.
“Por problemas respiratorios y triglicérido alto uno no convulsiona. Habría que ver qué otros problemas hay, si hay algún desequilibrio en los electrolitos”, dijo.
Añadió que si le dieron medicamentos contra la convulsión, tendría que consultar con un neurólogo para un seguimiento.