Con una mezcla de miedo y coraje, Liz Sosa Carballo, una paraguaya con discapacidad, se animó a surfear y domó las potentes olas del Océano Pacífico hace unos días, en una playa caribeña de El Salvador.
Gracias a su esfuerzo y capacidad de superación, la mujer de 27 años también domó a la discapacidad de la pierna izquierda amputada que tuvo desde los 15 años, a causa de un accidente de tránsito en su ciudad natal, Ciudad del Este.
“En un primer momento sentía una mezcla de miedo y coraje, las olas parecían muy grandes y fuertes, pero más allá de todo era una prueba para superarme a mí misma, mis primas y el instructor me animaron y lo hice”, contó la mujer a EXTRA.
Dijo que no es la primera vez que se anima a un deporte extremo y que está decidida a vencer muchos miedos más. “Ya hice escalada de montañas en Mendoza, kayak en Bariloche, recorrí el Bosque de Arrayanes en catamarán y anduve en bici, esto último fue muy difícil para mí, pero pude”, añadió Liz.
“Sí, se puede”
La compatriota valé mencionó que la discapacidad cambia la vida, pero que se debe aprender a sobrellevarla y ser más fuerte.
“Al principio me lamenté mucho, sentía que todo moría, pero luego me di cuenta de que es una oportunidad de demostrarme a mí misma que puedo mucho más. Por eso al terminar mi colegio me mudé a Argentina a estudiar la carrera de Ortesis, para ayudar a más personas con mi mismo problema y siento que lo estoy logrando”, finalizó.
“Yo tengo una discapacidad física, pero en mi mente yo me siento tan sana, tan llena de vida”