Un violento hombre no encontró mejor ocasión que el Día de la Mujer Paraguaya para agredir con brutalidad a su expareja, quien se salvó de morir de milagro.
Ocurrió ayer cerca de las 4:00 hs. en la calle General Garay y Ruta Transchaco, barrio La Concordia de Mariano Roque Alonso (Central).
Se trata de Paulo Sergio Samudio Sanabria (28), quien iba en su automóvil, siguiendo a Cynthia Carolina Díaz Acosta (36), camino a su trabajo.
La interceptó en la dirección mencionada y la agarró del brazo, luego intentó abrazarla, pero fue rechazado, por lo que la empujó con fuerza, echándola de espalda y causándole un fuerte golpe en la cabeza contra el cordón de un cantero.
“Gracias a Dios”
“Ahí ya perdí el conocimiento y ya no me acuerdo de nada de lo que pasó después; solamente me desperté y ya estaba en el hospital”, dijo anoche la víctima desde su lugar de internación, en contacto con EXTRA.
Tras caer, el hombre la arrastró del cabello y le pateó varias veces en la cara, además de propinarle trompadas, según se ve en terribles imágenes captadas por una cámara de seguridad.
“Todavía no sé mi diagnóstico exacto; pero estoy viva, gracias a Dios”, señaló, antes de expresar su deseo de que el hombre sea apresado “pronto”.
Comentó que se dejó de Samudio hace casi dos años por un caso de violencia, en que casi le rompió la nariz y ella lo denunció, “pero él siempre me persigue”, sostuvo la madre de dos niños, quienes también fueron maltratados por el hombre, señaló.
Usuarios de Facebook llenaron el perfil del agresor con mensajes de reproches y deseos de que vaya a la cárcel.
En horas de la noche aparecieron supuestos mensajes de Samudio, en los que pedía perdón por lo que hizo y decía que tomó la decisión de pegarse un tiro.
Detenido
El autor de la brutal golpiza, Paulo Samudio, fue detenido ayer cerca de la medianoche, en el barrio Villa Madrid de Limpio.
El hombre intentó justificar su reacción, diciendo que le pidió una oportunidad, para que le apoye en el tratamiento psicológico que estaba siguiendo, “pero en el momento en que más necesité, ella me abandonó”, dijo Paulo.
Seguidamente explicó, que solo quería un último abrazo, pero la mujer lo rechazó y eso lo enfureció, por lo que reaccionó tirándola al suelo. Al ser consultado, del por qué bajó del auto y nuevamente le aplicó varias patadas en la cabeza, el agresor dijo que la madre “me gritó que me iba a fundir en una cárcel”, manifestó.
Por otra parte, dijo que intentó acabar con su vida, pero que los vecinos le impidieron.