Una indignación generalizada se desató frente al Palacio de Justicia de San Lorenzo (departamento Central) al conocerse que el sacerdote Silvestre Olmedo, de Limpio, quien enfrentó un juicio por acoso sexual, fue declarado inocente y liberado por un tribunal de Sentencia integrado por los jueces Leticia De Gásperi, Dina Marchuk y Hugo Segovia.
En medio de llantos y gritos de repudio de familiares de la víctima y manifestantes, fueron lanzadas duras críticas a la Justicia, ya que la decisión de los magistrados se basó en que no se puede hablar de acoso porque no hubo reiteración de acciones del mismo tipo.
Así lo señaló el juez Segovia, quien primero admitió de que “no hay dudas de que el 21 de septiembre del 2016, a las 16 horas, el acusado, Silvestre Olmedo, cura párroco de la capilla San José, de Limpio, manoseó a (la víctima )en la espalda y en los senos, en el momento de estar redactando una nota; pero esto no es suficiente; deben existir otros hechos que constituyan un hostigamiento”.
Incluso, mencionó que fue analizado también “un hecho que mencionó la víctima, al referirse que en fecha anterior, también el acusado la había abrazado, tocado el cabello, la oreja, diciéndole que es muy linda”, pero eso tampoco fue acoso sexual, según sostuvo.
Lloró la víctima
“Estoy muy indignada; ya es demasiado”, dijo entre lágrimas la joven víctima, quien era catequista de la mencionada parroquia.
“No es raro de la Justicia paraguaya”, gritó otra manifestante, ante los periodistas destacados en el lugar.
“¡Para la Justicia, uno tiene que ser violado acá, para que se le haga caso!”, expresó entre llantos también la madre de la denunciante, quien aseguró que apoyó “desde el primer momento, a mi hija, y es injusto. ¡Claro que duele!”.
La abogada querellante, Sonia Von Leppel, anunció que apelará la decisión del tribunal para que se haga un nuevo juicio.
El defensor Rodrigo Yódice dijo que se hizo justicia y señaló que se llegó a esta instancia solo porque hubo presiones de sectores ciudadanos.